¿Qué sucede cuando Tertuliano Máximo Afonso descubre a sus treinta y ocho años que en su ciudad vive un individuo que es su copia exacta y con el que no le une ningún vínculo de sangre? Ése es el interrogante que Saramago plantea en El hombre duplicado. ¿Cómo saber quiénes somos? ¿Qué nos define como personas individuales y únicas? ¿Podríamos intercambiarnos con nuestro doble sin que nuestros allegados lo percibiesen?