Córdoba merece la prosa depurada y evocadora de un escritor como Antonio Muñoz Molina para mostrarse en todo su esplendor: el período en que se erigió en capital de al-Andalus bajo el dominio de los omeyas. Desde su proclamación por Abderramán III hasta su caída y fragmentación en los reinos taifas, el Califato Omeya se extendería durante apenas un siglo, pero su importante legado intelectual y monumental nos habla de una perduración profunda. Basten como ejemplo la nombradía alcanzada por Averroes y Maimónides, o la belleza perdurable de su Mezquita o Madinat al-Zahra. Esta reedición supone la recuperación en formato de lujo de un texto imprescindible.