Se impone, en consecuencia, alguna clase de aclaración en torno a la vida de este importante personaje, único aragonés que ciñera la tiara, y a quien Cataluña prestó absoluta fi delidad. Su tiempo marca el tránsito hacia la Modernidad que iba a provocar la ruptura de la Cristiandad
y la afi rmación de los nacientes Estados, decididos a extender su poder más allá de los límites temporales que les correspondían. Inmerso en el Cisma de Occidente, del que fue protagonista y muy principal, Benedicto libraría una gran batalla en el esfuerzo para frenar los avances del galicanismo y del conciliarismo. Fue derrotado, pero no tan completamente como imaginaran sus enemigos.