Este texto de Salvador Dalí, escrito en francés entre 1932 y 1935, se extravió en el momento en que Dalí y Gala tuvieron que abandonar a toda prisa la ciudad de Arcachon, pocas horas antes de la ocupación alemana. Veintidós años después, fue reencontrado y finalmente publicado en Francia, en 1963, sin que el autor, según el mismo confiesa, «tuviera que cambiar una coma».
En 1978 publicamos esta obra por vez primera en castellano. El propio Salvador Dalí añadió nuevos comentarios y amplió la documentación gráfica -convirtiendo así esta edición en una auténtica primicia mundial-, pues no en vano la hipótesis desarrollada en esta obra fue una preocupación constante en su autor.
Nunca, como en estas reflexiones suscitadas a Dalí por el conocido cuadro de Millet, El Angelus, han quedado mejor analizados tanto su teoría sobre el mecanismo del fenómeno paranoico desde el punto de vista surrealista, como su método de interpretación «paranoico-crítica». Durante la gestación y elaboración de este texto, Dalí sometió personalmente a sus amigos -André Breton, Giacometti, el entonces joven Lacan, Gala e incluso Freud- sus vivencias y visiones, que le habían ido revelando las múltiples interpretaciones del mito, ese mito trágico, de la mujer castradora frente al hijo «absorbido» y anulado con su inevitable secuela de obsesiones atávicas.
Otro aspecto sorprendente de este texto en la actual edición es la confirmación definitiva de la hipótesis daliniana, según la cual Millet ocultaba, tras el pintor bucólico de sus inocentes cuadros, cuyas reproducciones presiden los hogares bienpensantes del mundo entero, al pintor secreto de dibujos e ilustraciones eróticas como los que aquí se reproducen.
Esta edición definitiva de una de las obras fundamentales de la corriente surrealista se debe a la constancia del arquitecto Óscar Tusquets y a sus interminables charlas sobre pintura con Salvador Dalí.