Eddie Chapman, ladrón de cajas fuertes, aventurero y mujeriego, se convirtió en agente al servicio de los alemanes, quienes en 1942 lo lanzaron en paracaídas sobre Inglaterra para que destruyese una fábrica de aviones. Eddie se puso en contacto con el MI5, el servicio secreto británico, e inició una sorprendente carrera de agente doble: recibió la Cruzde Hierro de los nazis, desvió los ataques de las bombas volantes V1 sobre Inglaterra y hasta se ofreció a los británicos para asesinar a Hitler. Su historia, que inspiró la película Triple Cross, dirigida por Terence Young, era sólo parcialmente conocida hasta ahora, porque se le prohibió dar detalles de sus misiones a favor de Gran Bretaña. Ben Macintyre puede contarnos hoy toda la verdad, gracias a haber consultado por primera vez la documentación del MI5. Y lo hace en un libro del que John Le Carré ha dicho: «Soberbio. Investigado con meticulosidad y espléndidamente contado, es siempre divertido y, en muchas ocasiones, resulta conmovedor.»