Epílogo de Juan Benet
Traducción de Panteleimón Zarín
El significado de la traición (1949, 1965, 1982) es un documentado y fascinante estudio sobre la traición y sus implicaciones éticas y morales. Centrado en un primer momento en los fascistas británicos que, como William Joyce («Lord Haw-Haw») y John Amery, colaboraron con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, pasa luego a considerar a los traidores de la Guerra Fría. La reflexión moral sobre la traición se convierte así también en una historia del espionaje comunista y de la evolución de la profesión de espía. El relato llega hasta 1963, lo que permite cubrir también el asunto de los topos soviéticos en el Servicio de Inteligencia británico, Philby, Burgess y Maclean, y el caso Profumo.
«... Por eso decía al principio que el espía son dos; como el matrimonio; una actividad llevada a cabo por una pareja: un espía que procede del campo adversario y un traidor salido del campo propio que -no necesariamente por dinero- rompe en secreto el juramento de fidelidad a su rey, a su constitución o a su pueblo, vende su alma al diablo.
Las diferencias entre ellos son de todo orden.
Dejando de lado su posible compenetración y cierta comunidad de intereses y de ideas, lo cierto es que ambos personajes no se parecen en nada y nada comparten excepto las particularidades de su colaboración.
Es el matrimonio de dos seres que no pueden ser más distintos.
El primero, el espía que viene de fuera en busca de documentación secreta, no es -por muy singular que sea su oficio- más que un funcionario a sueldo de su gobierno.
El interesante es el otro, el que -una vez descubierto el pastel- tiene que huir por sus propios medios y sin protección diplomática o verse ante los tribunales de su país, acusado de traición. Es el que tiene que llevar una doble o triple vida hasta sus mismas entrañas; el que no puede revelar su secreto ni a su mujer ni a sus íntimos ni a sus hijos; el que no se puede permitir la menor veleidad; el que en todo momento tiene que estar al acecho del peligro y, al recibo de la tan temida señal, dispuesto a hacer las maletas y largarse sin dejar rastro; el que, llegada esa terrible circunstancia, tiene que abandonar mujer, amante, hijos, casa, costumbres, fortuna, whisky y rincón para buscar refugio en un país donde todo le es ajeno. Un horizonte tan negro da la medida de las fuerzas -desencadenadas por él mismo y sólo por él mismo- a que se ve sometido un individuo que por las razones que sean elige el camino de la traición...»
Del Epílogo de Juan Benet
Reseña:
«Un libro magnífico y poco conocido, pero yo lo consideraría lectura obligada para cualquiera interesado en la Segunda Guerra Mundial y en la traición en sí misma.»
Javier Marías (El País)
Blog de Javier Marías:
https://javiermariasblog.wordpress.com/category/reino-de-redonda/