En este ensayo, David Mamet arremete contra los mitos más arraigados del teatro. Según sus propias palabras, si el teatro fuera una religión, «muchas de las ideas y propuestas de estas páginas se considerarían heréticas». A partir de sus más de 40 años de experiencia en el mundo del teatro, Mamet ha escrito un libro destinado a excomulgar a los grandes sacerdotes de las tablas y a desafiar sus sagradas biblias. Entre otras cosas, defiende la muerte del director o el final de la teoría de la interpretación. Un ensayo valiente y provocador en el que Mamet reta a todo el mundo teatral a hacer mejor su trabajo, incluido él mismo.