«Esto es arte porque yo soy un artista y digo que lo es». Así de tajante se muestra Grayson Perry a la hora de valorar su obra. Ejemplos como éste salpican este nuevo libro de Don Thompson quien, como ya hiciera en El tiburón de 12 millones de dólares, se introduce en el mundo del arte contemporáneo para cuestionar la misma idea de arte y a la vez descifrar los mecanismos que llevan a ciertas obras a ser vendidas por cifras económicas astronómicas.
Como un brillante y divertido eco de sociedad, por sus páginas desfila información privilegiada de marchantes, abogados y ejecutivos de las principales casas de subastas de Nueva York, Londres o los nuevos mercados de los países del Golfo y China, desgranando sus planes para adquirir colecciones de arte masivas, porque comprar arte tiene que ver con la pasión y la lujuria, pero también con el marketing y con la historia que acompaña a una determinada pieza, con la relación entre dinero y estatus e incluso con la fama.
Un libro imprescindible para saber qué es y hacia dónde va el arte contemporáneo y la industria que le acompaña.