En el apasionante marco de la revuelta de Santiago de Compostela contra su amo a finales de la Edad Media tiene lugar esta historia de juegos de poder, traiciones y sed de venganza, amores apasionados y odios enconados, de hermanos contra hermanos, villanos contra nobles y nobles enfrentados entre sí.
Eran tiempos duros. Tiempo de halcones. Despiadados, los últimos señores feudales sometían al antiguo reino de Galicia a una creciente espiral de violencia. Hasta que la indignación estalló.
Estevo, un joven siervo de la gleba que ha tenido que huir de su aldea, se refugia en Santiago de Compostela con la doble esperanza de aprender un oficio y, sobre todo, adquirir la condición de hombre libre. El hambre y un callejón acabarán pronto con sus ilusiones.
En la llamada ciudad santa, el destino soñado por peregrinos de todo el mundo, anidan los rumores, las intrigas, las corruptelas y los juegos de poder. Dos poderosas familias aristocráticas, los Trastámara y los Moscoso, rivalizan; la cofradía de ladrones impone su ley a mendigos, rateros y prostitutas. Pero ellos, como también los menestrales y los burgueses, deben rendir cuentas e inclinarse ante el amo y señor de la Tierra de Santiago: el intocable arzobispo don Rodrigo de Luna. Cuando este ejerce el derecho de pernada con la esposa del vasallo de un noble local, la indignación se desborda. Entonces se aviva un sueño de libertad, justicia y paz que unos tratarán de defender y otros de aniquilar.
1458: en Santiago de Compostela prende la llama de la revuelta.
La aventura, la intriga y la épica se unen en esta novela vibrante e impredecible que nos sumerge en una época cruenta y al mismo tiempo rebosante de ideales, de la mano de unos protagonistas que aman, odian, se confabulan, traicionan y matan, sin dejar de sorprender por su enorme humanidad.