En este libro, Hobsbawm formula una nueva política para una izquierda racional, a la que le propone «hacer lo que Marx hubiese hecho»: analizar las razones de sus fracasos y de sus éxitos y proponer «no lo que nos gustaría hacer, sino lo que se puede hacer». Como dice el autor: «Si no creemos que la búsqueda incontrolada de las ventajas privadas a través del mercado produce resultados antisociales y catastróficos; si no creemos que el mundo actual exige un control público y una administración, gestión y planificación también públicas de los asuntos económicos, no podemos llamarnos socialistas.»