Una cuidada selección de escritos, prodigios de humor y lucidez de un maestro indiscutible de la palabra.
Jules Renard comenzó a escribir su Diario con apenas veinte años. Una obra personal que lo acompañó a lo largo de su vida y lo consagró póstumamente como uno de los autores más sobresalientes del siglo XX. Su enorme influencia entre una pléyade de escritores de varias generaciones se debe a la radical modernidad de su Diario, escrito de un moralista que, sin perdonar las vivisecciones de la sociedad literaria, política y cultural de su tiempo, concentró lo mejor de su talento en el análisis penetrante y despiadado de su propio carácter, sus méritos y debilidades, sus ambiciones y contradicciones. Jules Renard se propuso como espejo de todos los hombres, como tema central de una obra autobiográfica que se erige, a su vez, como un arte poética.
La esposa de Renard censuró y quemó muchos de los pasajes del texto original, por lo que la primera publicación del Diario, en 1925, representa tan solo la mitad de la obra.