Argantonio, Coleo de Samos, la Tarsis Bíblica, Herodoto... la leyenda de Tarteso se creó a partir de los relatos contenidos en las fuentes grecolatinas y los resultados de las investigaciones que a principios del siglo xx llevaron a cabo pioneros como Adolf Schulten y George E. Bonsor. La búsqueda de la mítica ciudad de Tarteso, reflejo hispano de la Troya localizada por Heinrich Schliemann, caracterizó los esfuerzos de la arqueología hasta el tercer cuarto del siglo pasado, destacando la influencia fenicia sobre el mundo tartesio a lo largo del período Orientalizante. En la actualidad la investigación ha permitido establecer el proceso de formación de las estructuras sociales tartesias a partir de las comunidades del Bronce Final; definir su extensión y organización territorial; sistemas económicos y sociales; precisar la importancia del comercio y la colonización mediterránea en los procesos de aculturación; analizar creencias y rituales, así como sus tipologías constructivas y materiales. Una síntesis brillante de la cultura tartesia.