«Citemos una vez más la fórmula de Montaigne, que podría servir de título a nuestro libro: 0201C;Esta cosa tierna que es la vida, y tan fácil de perturbar02026;0201D;». La filosofía no ha eliminado esta turbación, siempre posible, pero hace que esta ternura nos sea un poco más preciosa, más consciente, más libre, más sabia02026; ¡Y nos acerca a uno de los mayores placeres que existen, el placer de pensar!