La Sed es un seísmo, una perturbación, el origen de la luz.
Dos voces enfrentadas al ciclo de madurez, al comienzo del lento proceso de desintegración del ser. Con sus temblores, sus contradicciones y la caída en el más profundo vacío.
La Sed es el verso desmoronado de una mujer que regresa al espacio de su propia libertad y afronta la gravedad de tiempos inadecuados, vive cada sacudida y supera cada nueva amenaza.
La Sed es la reconstrucción de una historia: la nuestra.