Vuelve el comisario Van In, el personaje fetiche del autor, con una nueva investigación ambientada en Brujas.
Un turista alemán es hospitalizado tras sufrir una agresión en la calle y muere.
Seguidamente, una bomba destruye la estatua de un famoso poeta belga en el centro de Brujas. Las autoridades no excluyen que se deba a un atentado terrorista de los independentistas valones.
El comisario Van In, que se encuentra en una situación económica apurada con problemas de pareja y alcoholismo, se verá involucrado en lo que en un principio parecía un caso sencillo pero que salpicará a constructores influyentes de dudosa moral, jueces con orígenes familiares nazis, prostitutas y un largo etcétera.
Opinión:
«Vender un millón de ejemplares en diez años es algo completamente insólito en Flandes#» Het Kaarsre Nieuws