Un ex mercenario italiano de las guerras africanas que recita a Leopardi a sus amigos desahuciados. Una anciana que toca Beethoven en un piano roído por los ratones. Una criada que aprende a leer cuando la echan a la calle después de media vida sirviendo en familias de clase alta. Una recolectora urbana de chatarra que encuentra un millón de pesetas en un ascensor. Bru Rovira da voz a un grupo de personajes anónimos y marginados de la ciudad vieja de Barcelona que comparten amistad, aventuras y solo piden «un poco de belleza». Buceando en sus vidas, el autor destila humor y melancolía en un retrato literario y periodístico hecho a pie de calle de unosbarrios castigados por la nueva pobreza. «Sin duda, Vittorio y sus amigos habían escogido el bando de los poetas. Y a mí, como reportero, me tocaba ahora contar todas estas historias.»