Una visión profética, y desencantada, de la sociedad futura. Las gigantescas torres ruinosas y abandonadas que se elevan hacia el cielo en los aledaños de la Melbourne de un futuro lejano son el último testimonio de una civilización que se autodestruyó a mediadosdel siglo XXI. Un brillante hombre de teatro pretende reconstruir lo que pudo ser la vida humana en aquellos ya lejanos años de convulsiones sociales, trastornos climáticos, superpoblación, carestía e irremediables crisis. Al hacerlo descubrirá nuestro mundo yel de nuestros hijos, el mismo que los habitantes de estas primeras décadas del siglo XXI estamos destruyendo con una extraña mezcla de saña, codicia y estupidez. El círculo vicioso está hoy a punto de cerrarse: faltan sólo unos años.