Esta recopilación incluye tres novelas breves, esenciales para comprender el vertiginoso mundo literario del escritor argentino César Aira.
Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas 2016.
Si en la primera novela, el asombroso texto autobiográfico que da título a la colección, se suceden los recuerdos y las experiencias infantiles de un niño convertido en monja, en La prueba topamos con dos chicas punk que una tarde se encuentran con una virgen prudentísima y, por algún motivo inexplicable, se empeñan en mostrarle su amor. En El llanto, finalmente, proliferan la alucinación, el delirio, la fantasmagoría y la invención.
«Cómo me hice monja es mi autobiografía, parcial porque trata sólo de un año de mi vida, entre los seis y los siete, empieza cuando pruebo un helado por primera vez, y termina cuando me asesina la viuda del heladero.»
César Aira
Reseñas:
«César Aira es único. Lo son su productividad, su distanciamiento irónico, sus referencias (Raymond Roussel, Duchamp, Warhol, Picabia), su rechazo explícito a la voluntad y al esfuerzo, su irracionalidad en una literatura tan profundamente cerebral como la argentina, el fingimiento de simplicidad que preside buena parte de sus textos y que funciona como un contrapeso necesario a su exceso imaginativo y su alternancia entre concentración narrativa y digresión.»
Patricio Pron
«Como el gran Julio [Cortázar], el impertinente Aira se pasa la vida experimentando con la escritura, mirando a ver cómo se le rompe el techo, por dónde se sale al patio para ir a jugar [...]. Como el gran Julio, Aira mezcla realidad y sueño con la misma naturalidad que escribe telenovelas o baja a por el pan. Perdonemos su impertinencia. Merece la pena leerle.»
Luis Algorri
«César Aira es un autor de un montón de novelas o, más bien, casi todas ellas, novelitas, y te puede gustar más o menos o nada, pero no se puede discutir que tiene un método, una poética de la narración, un sello personal.»
Juan Bonilla
«Leerlo es esperarse cualquier cosa, como si fuera un relato del Sombrerero Loco o una película de Hayao Miyazaki.»
Álvaro Cortina