Pocos países compiten con el rico patrimonio de Italia. Sus históricas ciudades están premiadas con monumentos emblemáticos y obras maestras por doquier, su cocina se imita en todo el mundo, y sus paisajes conforman un majestuoso mosaico de cumbres nevadas, profundas costas, lagos y valles remotos. Y con tantas carreteras trepidantes, el país resulta ideal para recorrerlo en automóvil.
Todo viajero encontrará un itinerario a su gusto, tanto los amantes de la buena mesa y el buen vino como los buscadores de playas idílicas o de parques naturales vírgenes. Y, si solo se dispone de tiempo para una ruta, mejor escoger entre las Rutas clásicas, donde se recoge lo mejor de Italia.