La crónica de un viaje por Turquía, Extremo Oriente y Siberia, con el tren como lugar de encuentro, que inauguró un nuevo género de literatura de viajes.
Desde niño, Paul Theroux no es capaz de escuchar el silbido de un tren sin sentir un deseo imperioso de subirse a él. Ahora bien, al contrario que el viajero tradicional, que utiliza este medio de transporte de forma meramente utilitaria para llegar a su destino, lo que a Theroux le interesa son los ferrocarriles mismos. Quiere conocerlos todos, y para ello se propone ir desde la londinense estación de Victoria hasta Tokio saltando a todos los que encuentre a su paso.
Reseñas:
«En la mejor tradición del viaje sin otro propósito que la diversión y la aventura. Una lectura compulsiva.»
Graham Greene
«Divertido, sardónico, extremadamente sensible... y muy ameno.»
The New York Times