Con efusivos gondoleros que surcan las aguas de los angostos canales y la mayor concentración mundial de obras maestras protegidas por la Unesco, Venecia es un destino que deja sin aliento a cualquiera. Basta con contemplar sus palacios construidos sobre el agua, salir de fiesta como un auténtico casanova disfrazado o deleitar el paladar con las vieiras de la laguna.