La fuente de Neptuno se ve colapsada por miles de hinchas del Atlético de Madrid que festejan ruidosamente el título de Liga tras dieciocho años de sequía. Mientras, a muy pocos metros de allí, en el Museo Thyssen, unos ladrones han robado dos célebres marinas: La señal de peligro, de Winslow Homer, y El Martha McKeen, de Edward Hopper, y huyen aprovechando la confusión de la multitud. Los cuadros robados acabarán por unir sus destinos con los de tres barcos muy diferentes: el Argon, viejo mercante que naufraga en medio de una terrible tempestad; el Bernard, un esbelto velero bautizado en honor al legendario navegante Moitessier, y el Sniper, el suntuoso yate de un oscuro magnate ruso que guarda entre otros secretos el de una afición inconfesable. Al hilo de una trama policiaca, las tres historias que confluyen en Los nombres de los barcos navegan en rumbos de colisión, alternando derivas, escalas, temporales y naufragios en un apasionante relato que recorre buena parte del Mediterráneo y rinde homenaje a las grandes novelas de aventuras.