“Este es un libro –nos dice Eric Hobsbawm- sobre lo que les sucedió al arte y a la cultura de la sociedad burguesa una vez esta sociedad desapareció, en la generación posterior a 1914”. Su destrucción se produjo como consecuencia de los efectos combinados de la revolución en la ciencia y la tecnología, del desarrollo de la sociedad de consumo y de la entrada de las masas en la escena política. Unas sociedades inmersas en la constante presencia de nueva información y producción cultural han visto transformarse el modo de aprehender la realidad, pero también su concepción de la cultura, que estaba asociada a las convenciones que gobiernan las relaciones humanas. Este libro, el último que dejó escrito Hobsbawm, es una gran aportación a la historia de la cultura del siglo XX, pero es también una reflexión sobre un presente convulso, un tiempo de incertidumbre en que, nos dice Hobsbawm, miramos hacia adelante con perplejidad, sin guías que orienten nuestro camino hacia un futuro irreconocible.