«Sí, mi novela es la historia del SIDA, del tiempo de la incubación, de la enfermedad y de los años ochenta02026;Hay en este libro una actitud agresiva, violenta, virulenta, como lo es el SIDA02026;», confesaba Hervé Guibert apenas aparecía en Francia, en marzo de 1990, este terrible testimonio personal. En él Guibert registró paso a paso no sólo el proceso de su propia enfermedad, sino también el de sus amigos más íntimos, así como la relación de los demás con esos nuevos «apestados». Pese a sus nombres ficticios, son fácilmente identificables figuras tan conocidas como la actriz Isabelle Adjani o el filósofo Michel Foucault, cuya agonía es aquí minuciosamente descrita. «Insisto en decir que este libro es una novela porque no cuento mis relaciones con estas personas en concreto, sino más bien la encrucijada de unos destinos que se ven transtornados por la presencia del SIDA02026;Mis modelos existen, pero han pasado a ser personajes.» Y la verdad es que hoy están en todas partes, son centenares, miles.