«Después de la lectura minuciosa de La Orestíada necesité responderle a Esquilo con un poema. La historia estaba ahí, tal como me la habían enseñado, como la había leído en otras ocasiones. Pero ahora se trataba de una cuestión personal, de algo que debía interpelarme, exigirme una respuesta. José Carlos Plaza me había pedido una versión de la trilogía, mi intervención en un monumento. Así que necesitaban cruzarse el texto y mis ojos, el tiempo pasado y mi realidad.»
Luis García Montero nos aproxima a la trilogía de Esquilo a partir de una lectura de la tragedia clásica desde su propia mirada, también desde la mirada del poeta. La Orestíada, dividida en «Agamenón», «Orestes» y «La democracia», sirve de escaparate de las pasiones humanas heredadas del dramaturgo griego, puestas en el lenguaje del espectador actual. Vertebrada por la necesidad de justicia y venganza de los personajes, en la obra desgrana el mundo individual a través de los celos, las ansias de poder, los remordimientos, la desesperanza o la reflexión, al mismo tiempo que lo confronta con el mundo colectivo, donde se exponen problemas tan actuales como el abuso de poder, las mentiras públicas, la fuerza, la manipulación o la máscara de la democracia.
Esta versión de La Orestíada, bajo la dirección de José Carlos Plaza, se estrenó en 63 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y fue la encargada de abrir el acto.