«Un viaje no necesita motivos. Pronto demuestra que tiene sentido por sí mismo. Tú piensas que vas a hacer un viaje, pero muy pronto es el viaje quien te hace a ti. O quien te deshace.»
En 1953, con solo veinticuatro años, Nicolas Bouvier emprende, junto al dibujante Thierry Vernet, un viaje por Yugoslavia, Grecia, Turquía, Irán y Pakistán a bordo de un diminuto Fiat Topolino. A lo largo de su expedición, que se alarga diecisiete meses, ambos recogen sus impresiones y experiencias —Bouvier las escribe y Vernet las ilustra—, en un intento de fijarlas y de retratar las costumbres de las gentes que habitan los diversos países por las que discurre su aventura, que tiene su punto y final en Afganistán. El resultado es este libro, un texto de culto de la literatura de viajes y una oda a una forma de conocer el mundo alejada de aeropuertos y hoteles, en la que basta una mochila a la espalda y el vaivén de la improvisación para descubrir adónde nos lleva el camino.
«Pocos autores han escrito reflexiones tan certeras sobre el hecho de viajar. El viaje como desaparición, como producto de la contemplación infantil de los atlas abiertos sobre la alfombra, como el lugar en el que las miradas se cruzan.» Jacinto Antón, El País