El narrador de esta historia es un profesor de ciencias en un instituto de secundaria. Lleva una vida de lo más anodina: sin alicientes artísticos, ni casi vitales, aunque con grandes dotes para la observación.
Todo cambia cuando conoce a Claudia, la enigmática nueva profesora de literatura que ha llegado a su instituto, de quien se enamorará perdidamente, y poco a poco irá conociendo lo que se esconde detrás
de tanto misterio.
A esta amistad se sumará la figura de Blanchard, un pintor especializado en el dolor físico pero incapaz de pintar. Entre los tres formarán un triángulo imperfecto en el que uno cuida de otro, manteniendo así un difícil equilibrio vital.
Una novela que con su realismo psicológico se sale un poco de la línea más mágica a la que nos tiene acostumbrado su autor. Aquí se trata de retratar el sufrimiento contemporáneo con un estilo que por momentos parece casi clínico y por momentos se desliza hacia su lado más poético