La palabra del mudo, compuesto por casi un centenar de cuentos, se encarga de dar voz a aquellos personajes que en la vida cotidiana están privados de ella: los marginados, los olvidados, los condenados a una existencia soterrada. La producción cuentística de Ribeyro transmite los anhelos, arrebatos y angustias de sus protagonistas a través de una prosa limpia y un estilo alejado de artificios,
ofreciendo uno de los más grandes ejemplos de la narrativa breve en el mundo occidental.