Matt Haig sostiene que es este mundo nervioso y rápido en el que vivimos el que crea individuos nerviosos, al límite. Estamos más conectados que nunca y sin embargo nunca hemos estado más solos. Esta aceleración se traduce además en un bombardeo informativo que nos exige estar al tanto de las noticias que se suceden, sin tiempo para reflexionar ni resetear nuestras mentes. Si el sistema parece diseñado para hacernos infelices, hay algo que podamos hacer al respecto? ¿Se pueden reorganizar las prioridades? Haig parte de su propia experiencia para explicarnos cómo podemos defendernos, rehumanizarnos y cambiar para siempre el modo
en el que invertimos nuestro valioso tiempo en el planeta.