Desde Sevilla hasta Veracruz, de Acapulco a Manila o de Barcelona a Sicilia, la Armada de los Austrias españoles fue la mayor potencia naval del mundo durante casi dos siglos.
Este libro analiza el sistema naval del imperio poniendo el acento en el estudio de las tripulaciones, de los barcos, de las estrategias y de las batallas. Un modelo naval global que funcionó razonablemente bien y que le permitió convertirse en una potencia hegemónica pese a la dificultad que entrañaba proteger los intereses de un vastísimo territorio.
La delicada situación económica de la Monarquía Hispánica a partir del siglo xvii debilitó progresivamente los recursos de un imperio en el que solo un siglo antes se decía que «el sol no nacía ni se ponía», lo que influiría irremediablemente en la pérdida del estatus hegemónico de una de las armadas más grandes y respetadas que la historia ha visto.