Durante décadas, la autoría de este despiadado asesinato en masa fue polémica: ¿Fue la policía secreta de Stalin en la primavera de 1940 o los ocupantes alemanes en el verano de 1941? No fue hasta cincuenta años después cuando el Kremlin reconoció uno de los peores crímenes de la historia soviética.
Sobre la base de los documentos originales, el periodista e historiador alemán Thomas Urban reconstruye, en el 80 aniversario de los acontecimientos, el crimen y la guerra propagandística de los grandes poderes, que no sólo incluyó mentiras y falsificaciones, sino también el asesinato de testigos incómodos.
Un libre necesario, conmovedor y esclarecedor sobre uno los episodios más terribles y dramáticos de la Segunda Guerra Mundial.