Actualmente tenemos un gran afán por sobreestimular a nuestros hijos para que sean mejores o más inteligentes. El ímpetu que muchos padres tienen para que sus hijos adquieran mayores destrezas, habilidades y capacidades, lejos de perseguir este objetivo, puede mermar su salud. Y las nuevas tecnologías han agravado el problema.
En este libro descubrirás los riesgos que entrañan la excesiva estimulación y la hipereducación a la que sometemos a nuestros niños y adolescentes, y su impacto en el cerebro del menor.