La tierra en que vivimos determina nuestra existencia. Ha provocado guerras, dictado estrategias políticas y dado forma a la sociedad en todo el planeta. Esto es tan cierto hoy como en la antigüedad, cuando los grupos tribales buscaban posiciones elevadas para poder defenderse mejor. A veces, las decisiones que toman los gobiernos, los grupos de poder o las comunidades están limitadas por ríos, montañas, desiertos y océanos. Podría decirse que a menudo las naciones son “prisioneras de su geografía”, pues topan con la presencia de cordilleras o dependen del acceso a vías fluviales a la hora de desarrollar el comercio.
Además de los accidentes geográficos, como ríos y montes, el clima y los recursos naturales también tienen suma importancia; todos estos factores han marcado el desarrollo de la humanidad a lo largo de la historia.
Actualmente, la tecnología permite superar algunas barreras geográficas. Por ejemplo, internet nos mantiene conectados y los aviones nos permiten sobrevolar las montañas. Ahora bien, pese a todos estos avances, el paisaje físico continúa siendo clave; quien conozca la geografía de la Tierra estará mucho más cerca de entender los eventos que ocurren en ella.
Esta edición ilustrada de Prisioneros de la geografía, es el libro ideal para despertar el interés de los jóvenes en la política, la geografía y las relaciones internacionales.