Los días de Sebastian Bergman en la Unidad de Homicidios han terminado y ahora dedica su tiempo a impartir conferencias y a escribir libros. Lleva meses sin noticias de Vanja y la única persona del equipo con la que tiene contacto esporádico es Úrsula.
Vanja tampoco sigue en la Unidad: ahora trabaja como investigadora criminal en Uppsala. Desde el mes pasado, está investigando una serie de abusos a mujeres. Cuando una de las víctimas muere, la Unidad de Homicidios pasará a encargarse del caso y, muy pronto, también Sebastian Bergman será requerido para aportar su particular visión. Una vez reunido, el equipo debe dejar de lado sus problemas y conflictos personales, sobre todo Billy, para atrapar al brutal asesino que está aterrorizando a la ciudad. De pronto las pistas indican que las víctimas no han sido seleccionadas al azar. Pero, ¿cuál es la conexión entre ellas?