Hasta bien entrado el siglo XIX, las ediciones de la poesía de Quevedo se organizaron según el modelo de la que en 1648 preparó, en complicidad con el autor, José González de Salas, un humanista de la época. La recuperación de El Parnaso español supone una contribución de primer orden al conocimiento de un corpus poético considerado un clásico ya en vida de Quevedo. La monumental edición de Ignacio Arellano, acreditado especialista en su obra, facilita un acercamiento crítico a un material que su anotación permite comprender y disfrutar en toda su complejidad.