¿Qué hacer con el legado de un dictador tras su muerte o caída? Esta memoria conflictiva también incluye una herencia material, que va desde la tumba del autócrata a los lugares concretos vinculados a sus víctimas, pasando por el espacio público representado por el nomenclátor o los monumentos. Las guaridas del lobo repasa cómo la Europa contemporánea se ha enfrentado a sus propios fantasmas, cómo ha resignificado de modo particular los espacios estrechamente vinculados a la biografía y memoria del tirano, y cómo ha integrado —no sin contradicciones— este pasado incómodo en su propio relato nacional.
España no ha sido ajena a esta problemática (in)digestión de los lugares de (des)memoria. A través del estudio comparado de casos tan diversos como Alemania, Portugal, Albania, Rumanía, Francia, Italia o Eslovaquia, Xosé M. Núñez Seixas muestra las dificultades compartidas para afrontar pasados traumáticos recientes, bajo las alargadas sombras de una galería de déspotas que se extiende de Hitler a Stalin, y de Ceausescu a Franco. Sin embargo, algunas particularidades españolas son todavía patentes en las recientes polémicas sobre el Pazo de Meirás o al mausoleo de Cuelgamuros. Todo ello evidencia la complejidad y la necesidad de enfrentarnos a través del conocimiento histórico a esos legados conflictivos de nuestro pasado.