Como consecuencia de la Leyenda Negra, la historia de los servicios secretos de la Monarquía Hispánica, con sus luces y sombras, ha sido ninguneada y menospreciada por la mayor parte de los «especialistas» foráneos, y apenas ha sido divulgada, a pesar de su trascendencia en las guerras y en las estructuras políticas de la época. Es un hecho indiscutible que la España de los siglos xvi y xvii contó con los servicios de inteligencia más dinámicos y eficaces de su tiempo y que la red de agentes que trabajaban para los intereses hispanos constituyó una herramienta decisiva en la toma de decisiones políticas, económicas y militares.
Espías del imperio recoge información de cómo actuaron algunos de esos agentes y espías —entre los que sobresalen figuras como Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Francisco de Aldana o Juan Idiáquez, espía personal de Felipe II— que sostuvieron y dieron forma al proyecto gobernante de la Casa de Austria desde sus orígenes hasta el declive de la hegemonía hispana. Y rinde tributo a todos aquellos que en la ingente tarea de defender los dominios españoles, tanto en el Mediterráneo como en América o en Europa, arriesgaron su vida para ello.