Castilla-La Mancha es muchísimo más que sus molinos, el Quijote o el Cid. Integra maravillas naturales como el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel o el Alto Tajo, es también los campos de lavanda de Brihuega, los pueblos negros, los numerosos senderos y piscinas naturales, una gastronomía única, el Festival de Almagro, sus yacimientos arqueológicos, sus innumerables castillos y muchos secretos que podrán descubrirse recorriendo las 23 rutas que Lonely Planet propone para enamorarse de esta región.
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