Una reivindicación de la madurez en política frente a los riesgos del populismo.
La política española ha sufrido una profunda transformación desde la irrupción del 15-M, el movimiento que llenó calles y plazas de todo el país hace diez años. Una década vertiginosa que ha dado lugar a cambios dramáticos en nuestras sociedades, cada vez más amenazadas por el populismo: fenómenos como Donald Trump o el Brexit suponen una seria advertencia de los peligros que se esconden tras la sentimentalización de los discursos, los líderes mesiánicos o el desafío a la ley.
Mariano Rajoy fue el candidato más votado de la historia de la democracia española y ocupó la presidencia del Gobierno desde diciembre de 2011 hasta junio de 2018. Este libro recoge las reflexiones de un ciudadano que ha dedicado más de la mitad de su vida a la política y que, ya retirado del centro de la actividad pública, observa con perplejidad e inquietud cómo, en muy poco tiempo, hemos cedido un gran terreno a la demagogia, a la polarización y a un notable infantilismo que promete soluciones fáciles a cuestiones tan serias como el empleo, la inmigración o la economía.
«Política para adultos» no significa política para mayores ni para viejos. Significa política hecha por personas responsables para ciudadanos igualmente responsables, sea cual sea su edad. La madurez no es tanto una cuestión de años como de asunción de límites: los límites que nos pone la realidad, los que nos marcan las leyes y también los de nuestra propia contención.
La política para adultos como yo la entiendo es una política capaz de ver más allá del próximo cuarto de hora, una política que sabe expresarse en algo más de un tuit, que se basa en la racionalidad y no en las puras emociones, que es capaz de mirar a la realidad cara a cara y que, sobre todo, puede servir para que los adversarios se entiendan cuando el interés del país así lo exige. Tampoco es tan difícil.
Mariano Rajoy
«Ajusta cuentas en su nuevo libro ya desde el título: Política para adultos. El Rajoy menos indiferente a la marcha de España y de la democracia liberal mantiene la ironía en plena forma.»
Jorge Bustos, El Mundo