Cuatro víctimas. Un asesino entre rejas. Caso cerrado... ¿o no?
Hace seis años, el famoso asesino en serie Christopher Masters asesinó a cuatro mujeres en la zona suroeste de Londres en el vertiginoso plazo de dos semanas. Fue capturado, pero nunca encontraron a Holly Kemp, su última víctima... hasta ahora.
Cuando se desentierran los restos de Holly en un campo de Camdridgeshire, llaman a la detective Cat Kinsella para un caso que va a ser muy fácil. Pero inmediatamente le surgen preguntas: ¿por qué Holly ha aparecido enterrada tan lejos de las otras víctimas? ¿Y por qué la manera de asesinarla a ella fue distinta?
Ahora que Masters ya ha muerto y que han aparecido pistas nuevas, Cat tiene poco de donde tirar salvo su intuición, que le está diciendo que el verdadero asesino sigue suelto.
Pero si uno hubiera conseguido salir impune de un crimen, ¿qué no haría por dejar que el pasado siga estando donde debe estar?