Serafín del Río es un monseñor que pone en juego su cabeza para desmontar una trama de corrupción política de la que él también forma parte.
A través de una conversación con su amante y del libro que está escribiendo con urgencia y cinismo, revela secretos de confesión que podrían sacudir los cimientos del poder en Vallina, un territorio no tan imaginario, donde la sombra del delito roza la muerte y los infiernos. Amoríos y engaños no faltan en esta historia, escrita con filo y perspicacia, en la que las campañas electorales no son más que una serpiente que se envenena a sí misma.
Fernando Delgado ha vuelto con una novela audaz, picante, incisiva, no apta para avaros e inmorales, con claras referencias a la realidad local. El que esté libre de pecado…
Una novela sobre el oscuro mundo de la codicia y la corrupción política.