Abel Lanuza sale de un centro psiquiátrico tras treinta meses de internado e intenta retomar su vida con Merche, su mujer, y Jorge, el hijo de ambos, pero todo le es adverso. Su única oportunidad para recuperarse es la herencia de su tío, que recientemente se ha suicidado en la aldea de Muerdealmas, en el remoto territorio de la Tinença de Benifassà. Allí le recibirá un entorno hostil y salvaje dominado por los hermanos Osset (Ibón, Ventisca y Ferrán), cuyas actividades delictivas mantienen su modo de vida.
Los Osset son una familia en crisis cuyo líder está cuestionado mientras crece la tensión con sus enemigos históricos, los Piedelobo. Ventisca Osset intentará evitar que esta grieta crezca, a pesar de que ella misma soporta el peso de un gran secreto.
Abel y su familia parecen adaptarse a la vida en Muerdealmas, pero solo es un espejismo. Pronto emergerán recuerdos relacionados con los Osset y el pasado de Abel, borroso en su memoria. Decidido a descubrir la suerte de su tío, Abel iniciará una investigación obsesiva mientras los Osset maniobran para evitar el desastre. Una serie de acontecimientos desencadenarán unas fuerzas jamás vistas en esas montañas mientras Abel y Ventisca ven cómo fracasan sus intentos por detener el conflicto.
Una novela sobre la locura y la supervivencia, cuyos bandos irreconciliables caminan inexorablemente hacia el definitivo ajuste de cuentas. El resultado se dilucidará en una aldea apartada del mundo, con sus propias reglas: MUERDEALMAS.