Este libro debe sonar a rock y a entrechocar de cubiertos. Es la historia de un célebre mal conocido, Juli Soler, profeta del rock en la Cataluña de 1968/80, colega de los Rolling Stones y desde 1981 inventor de un Bulli on the rocks y de una sala con ritmo de platillos volantes.
Entre 1984 y 2011, Juli Soler escogió el segundo plano para otorgar el primero a un chef intuido por él: Ferran Adrià. Y a los mejores vinos del mundo. Y sobre todo a la gente, sin distinción de clases o categorías.
De la mano de Juli, princesas y magnates se dejaban guiar, humildes por una vez. Y los sin rango eran tratados como estrellas.
Soler le quitó almidón al restaurante de alta cocina, reemplazó menú por festival, y así fraguó el entorno de la revolucionaria cocina de un Bulli en órbita mundial.
A su vez,elBulli propulsó urbi et orbe la cocina catalana, en particular, y las españolas, en general.
En este libro, un coro de voces —de la restauración, de la música, del vino; de España y de Francia—, explica, entre signos de admiración el Juli Soler de cada cual.
Pero porque todo el mundo creía conocerlo, y poca gente lo conoció, un Juli Soler, solar y múltiple, surca este libro de aventuras gastronómicas.