Convencido defensor e impulsor de las teorías estructuralistas, particularmente del funcionalismo, Emilio Alarcos Llorach se propuso aplicar tales postulados al estudio de la lengua española. La primera obra fruto de esta concepción metodológica fue Fonología española, libro pionero que se erigió en uno de los primeros tratados fonológicos europeos en poner en práctica las propuestas del Círculo Lingüístico de Praga. Desde su aparición, este sólido manual fonológico se ha convertido en un libro de referencia de trascendental importancia tanto en el ámbito de la lengua española como en el plano internacional de la lingüística.
Fonología española divide su campo de estudio en dos grandes secciones: una primera, general, donde se presentan los principios de esta disciplina, subdividida en dos apartados, la fonología sincrónica y la diacrónica; y una segunda, en la que se establece una rigurosa descripción fonológica del español actual complementada por una amplia perspectiva diacrónica que va desde el latín vulgar hasta nuestros días.