Como cosmovisión y como práctica, los anarquismos no parecen en crisis. La idea de que el capitalismo se adentra en una fase de corrosión terminal que anuncia un colapso general estimula, antes bien, la batería de iniciativas que, muy heterogéneas, beben de la autogestión, de la acción directa y del apoyo mutuo. En Anarquismos: ayer, hoy, mañana, Carlos Taibo presta atención por igual al pasado y al presente de los movimientos anarquistas, con el doble propósito de buscar sus fundamentos filosófico-teóricos y de examinar su despliegue material. Con ese objetivo, y con vocación no dogmática, se sopesan su propuesta, su crítica de la democracia liberal, la contestación del Estado y del capital, y la apuesta por la gestación de espacios de autonomía autogestionados y desmercantilizados. Sin dejar de lado la relación del mundo libertario con el sindicalismo, el feminismo, el ecologismo, el antimilitarismo y las luchas solidarias, y debates centrales en ese mundo, como los relativos a la organización, a la tensión entre hedonismo y autocontención, y a las comunidades naturales y su legado.