Uno de los rasgos más perversos que caracterizan el mundo actual es la creciente y cada vez más obscena desigualdad económica entre una ínfima minoría de la población, estimada en un 0,1%, que acumula la mayor parte de la riqueza del planeta (un mundo paralelo de privilegiados por lo común oculto y desconocido que hace caso omiso de leyes y tributaciones), y el resto. En esta mezcla de narración personal y de investigación en ciencias sociales, Chuck Collins, antiguo miembro de esa selecta minoría, destapa la "arquitectura de la desigualdad": las complejas y opacas tramoyas de que se sirven los superricos del planeta para soslayar sus responsabilidades sociales por medio de la evasión de impuestos, incurriendo en un robo legal que destruye los servicios públicos y veda el acceso a viviendas dignas y recursos esenciales. Asimismo, propone un plan para revertir esa desigualdad de modo que la riqueza se distribuya de forma más equitativa y la acción de los gobiernos pueda ser más efectiva.