Sin los Sex Pistols no existiría el punk. Y sin Steve Jones no existirían los Sex Pistols. Él fue quien fundó Kutie Jones and his Sex Pistols, la banda que posteriormente se convirtió en los Sex Pistols, con su compañero de clase Paul Cook, que inicialmente fue el líder del grupo. Coincidiendo con el medio siglo del nacimiento del punk, que celebra la inmensa influencia y la gran relevancia cultural que este movimiento tiene en la música, la moda o las artes visuales todavía hoy en día, Steve Jones se ha decidido por fin a contar su historia.
Una historia que empieza en los barrios de Hammersmith y Sheperd’s Bush, en el oeste de Londres, donde un chico solitario y descuidado que vivía de pequeños hurtos descubrió el glam de David Bowie y Roxy Music, y se acabó convirtiendo en uno de los primeros punks callejeros que Malcolm McLaren y Vivienne Westwood acogieron. Por primera vez, Jones escribe sobre la tristeza de no haber conocido nunca a su padre, del abandono y el abuso que sufrió por parte de su padrastro, y cómo su interés por la música y la moda lo salvaron de pasar una vida marcada por los centros de prisión preventiva y la cárcel. Desde el Kings Road de los años setenta, los años de Sex Pistols, el punk rock y la grabación del álbum inmortal Never Mind the Bollocks, hasta su exilio voluntario en Nueva York y Los Ángeles donde batalló con el alcohol, la heroína y la adicción al sexo, este libro es el relato de un improbable mago de la guitarra que con los Sex Pistols cambió el rumbo de la música para siempre.