Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.) formó para la posteridad, junto con Virgilio y Ovidio, la tríada indiscutida de los grandes poetas romanos. Como escritor es, ante todo, el Romanae fidicen lyrae («el tañedor de la lira romana», el lírico latino por excelencia). Este volumen se centra en el estudio de tres de sus grandes conjuntos poéticos: sus Odas, en las que recreó los metros de los poetas eolios griegos, Safo y Alceo; sus sátiras, tal vez el único género poético que los romanos no debían a los griegos; y, por último, sus epístolas literarias, sobre todo su Arte poética, referente de poetas y dramaturgos durante varios siglos.