Mucho antes de que Andy Warhol llegara a la cima del pop art, el artista creó y expuso fascinantes dibujos que celebraban la belleza masculina. Andy Warhol Love, Sex, & Desire: Drawings 1950-1962 presenta más de trescientos dibujos realizados principalmente en tinta sobre papel. Warhol retrató en ellos a hombres jóvenes, muchos desnudos, algunos abiertamente sexualizados y, en ocasiones, luciendo extravagantes corazones negros y fascinantes adornos. Se muestran ociosos o pavoneándose, orgullosos o incluso aburridos de su belleza, mientras el artista los dibuja embelesado. Raramente establecen contacto visual con su entusiasta observador, del mismo modo que Warhol se centra en su forma y sus cualidades eróticas. Si a sus modelos les basta con deleitarse en su atractivo, lo mismo le sucede al artista. Su trazo seguro retrata a un gran número de personajes de lo más llamativo, pero también revela mucho sobre este artista enigmático.
Warhol era ya un ilustrador comercial en auge cuando en 1956 expuso los estudios de este proyecto en la Galería Bodley, en el Upper East Side de Nueva York. Se equivocó al pensar que con estas ilustraciones se daría a conocer en la escena artística de la ciudad, pues subestimó la homofobia generalizada de la época. Produjo más de mil dibujos del natural elegantes y aparentemente sencillos, pero su plan de reunirlos en una monografía nunca se hizo realidad. Este completo volumen por fin lleva a cabo su proyecto al reunir sus imágenes más impactantes, publicadas por primera vez y seleccionadas en colaboración con la Andy Warhol Foundation for the Visual Arts. Incluye un texto introductorio firmado por su editor, Michael Dayton Hermann, de la Andy Warhol Foundation, y ensayos del biógrafo de Warhol Blake Gopnik y del crítico de arte Drew Zeiba. Los poemas de James Baldwin, Thom Gunn, Harold Norse, Essex Hemphill y Allen Ginsberg crean momentos de introspección que amplían los temas y estados de ánimo presentes en los dibujos.
El estilo de los dibujos evoca los bocetos de Jean Cocteau e incluso Matisse, con una línea tan ágil como depurada y precisa. Mientras tanto, el pícaro voyeurismo es propio de Warhol, e incluso los dibujos más atrevidos contienen una especie de humor chistoso, una sensación de desapego irónico que se convertiría en una marca personal de Warhol. Su trazo seguro retrata a un gran número de personajes de lo más llamativo, pero también revela mucho sobre este enigmático artista.