Si bien fueron sus espléndidas novelas, como Bel Ami o Fuerte como la muerte, las que valieron en su día a Guy de Maupassant (1850-1893) fama y dinero, no es menos cierto que su regular labor como cuentista en publicaciones de la época ha contribuido no poco a consolidar su renombre en tiempos posteriores. Ambientados a menudo en París, sus alrededores y el Sena, en los relatos reunidos en La mujer de Paul: Cuentos galantes el amor se desarrolla al margen de las reglas convencionales. En ellos hallamos el mundo ambiguo de las mantenidas, el aburrimiento de las damas de la alta sociedad y la frustración de las pequeñas burguesas insatisfechas, pero también prostitutas en día de asueto, provincianas en busca de amores prohibidos y enamoradas de singular delicadeza moral.
Traducción de Esther Benítez